martes, 26 de junio de 2012
miércoles, 20 de junio de 2012
Escenas barcelonesas
Oye sin escuchar. Se sitúa tras
la pequeña barra que cada tarde convierte en un púlpito, sin dejar de mirar la hoja de papel donde
anota los asientos contables correspondientes a la consumición de cada
parroquiano. Ayer hablaba del fin del mundo, y sentenciaba el final de varias
relaciones amorosas en 2012 porque Júpiter iba a poner el ojo en todo lo que se
puede destruir para provocar la desaparición de lo estable. El otro día
vaticinaba sobre la caducidad del amor y se reía de quienes andaban
emparejados. Sin dejar de contar las monedas , miraba de soslayo a quienes
entraban al local con aspecto apesadumbrado. Habla del amor sin conocer ese sentimiento y la carencia le ha
dibujado un rictus de bebé insatisfecho, como si la madre le hubiese retirado
el pezón de golpe y ahora, décadas después, conserva el signo de ausencia en
una boca amarga de donde las sentencias se caen en cascada formando un
montículo de desagradables emociones alrededor de sí mismos. Estos nuevos
agoreros del mal agüero confunden
codicia y deseo; lealtad con
fidelidad; monedas por amor; tiempo por rígidos instantes de vacío; el futuro con el presente; la amistad en intercambio; la conversación en monólogo; y las relaciones, con un impenetrable solipsismo.
jueves, 14 de junio de 2012
sábado, 9 de junio de 2012
Joaquín G. Gianuzzi
Inmigrantes, 1910
Gruñen feroces los
italianos
Dino Campana desembarca
entre ellos,
Puerto de Buenos Aires
1910. Comienza
La siniestra aventura de
una esperanza.
Una fotografía los agrupa
después en lo desconocido.
Cinco varones secos,
marrones enjutos
Contra la ciega
brutalidad de América
Y la fatiga de un
martillo infinito.
Allí están todavía
Esperando a sus pies
La rosa blanca de la
bienvenida
Como si nunca hubieran
concluido el viaje.
En el centro de la escena
Alguien pulsa una
mandolina en su regazo
Eternamente apunto de
soltar un acorde
Que dignifique la
humillación de la gran mudanza
Y la demanda a una
respuesta
En esos ojos que miran
Ávidamente dispuestos a
todo.
Joaquín O. Gianuzzi. Buenos Aires 1924, Salta 2004)
Obra reunida . Edición de
Sibila- Fundación BBVA
martes, 5 de junio de 2012
Karma
La culpa como karma –inefable arrogancia del ser humano-: las infamias de
su alma son castigadas en los animales
que va habitando.
¿Cómo se atreve a castigar con su alma a los animales? ¿Acaso éstos la
invitaron?¿Puede gustarles verse degradados por ella? No quieren al alma
humana, la aborrecen, les resulta demasiado hinchada y fea. Prefieren su
agraciada pobreza y también prefieren ser devorados por su semejantes mucho más
que por seres humanos.
E. Canetti
lunes, 4 de junio de 2012
Apuntes
Me pregunto si entre aquellos que construyeron su holgada, segura y rectilínea vida académica sobre un escritor que vivió inmerso en la miseria y la desesperación, habrá uno solo que se avergüence.
Elías Canetti
Elías Canetti
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